Nintendo vuelve a estar en el centro de la polémica tras un presunto hackeo a Nintendo llevado a cabo por el grupo Crimson Collective. Según el perfil de Hackmanac en X (Twitter), los atacantes aseguran haber accedido a los sistemas internos de la compañía japonesa y robado más de 570GB de datos confidenciales, entre los que se incluirían materiales de desarrollo de Nintendo Switch 2 y otros proyectos en producción.
Un hackeo a Nintendo que podría marcar un precedente
Las primeras filtraciones muestran supuestas carpetas con nombres de proyectos, archivos de desarrolladores y copias de seguridad internas. De confirmarse, estaríamos ante una de las mayores filtraciones de la historia de Nintendo, comparable o incluso superior al Gigaleak de 2020. Las fuentes hablan de un volumen total de 570GB de información sustraída, lo que podría incluir código fuente, arte conceptual y documentación de futuras producciones.
En un contexto en el que Nintendo Switch 2 domina las ventas globales y la compañía prepara títulos como Metroid Prime 4: Beyond o Mario Kart World, una brecha de seguridad de esta magnitud podría tener consecuencias graves tanto a nivel interno como en su relación con estudios externos.
Crimson Collective, un grupo con antecedentes
El colectivo Crimson Collective ya fue relacionado con ciberataques anteriores, como el robo de datos de Red Hat en GitHub, donde se utilizó la información sustraída como medida de extorsión. De confirmarse que son los responsables, estaríamos ante un actor con capacidad de comprometer a grandes corporaciones tecnológicas, lo que explicaría la escala del hackeo a Nintendo.
Fuentes cercanas al entorno tecnológico apuntan a que los archivos sustraídos podrían incluir material de desarrolladores third-party, lo que afectaría también a los socios de la Gran N. En el peor de los casos, Nintendo podría verse obligada a adelantar anuncios o revelar proyectos antes de que los hackers lo hagan por su cuenta, como ocurrió con Pokémon Leyendas: Z-A tras su filtración.
La compañía guarda silencio por ahora
Hasta el momento, Nintendo no ha confirmado oficialmente el hackeo ni ha precisado qué información podría haberse visto comprometida. La empresa, conocida por su hermetismo, probablemente esté reforzando su seguridad antes de emitir un comunicado. Sin embargo, la magnitud de los datos mencionados sugiere un escenario delicado que podría superar la filtración de Grand Theft Auto VI en 2022.
Expertos en ciberseguridad recomiendan cautela a los usuarios y medios, y evitar la difusión del material sustraído. Si el ataque se confirma, el hackeo a Nintendo podría convertirse en uno de los mayores ciberataques en la historia reciente de la industria del videojuego.
Una historia que podría repetirse
No sería la primera vez que la compañía sufre una fuga de datos masiva. En los últimos años se filtraron códigos fuente y prototipos de juegos clásicos como Super Mario 64 o Ocarina of Time. No obstante, esta vez la situación es mucho más grave, ya que el robo afectaría a proyectos en activo, con impacto directo en su estrategia comercial y plan fiscal.
Por ahora, lo más sensato es esperar una comunicación oficial por parte de la compañía. Si el hackeo a Nintendo se confirma, estaríamos ante una de las brechas de seguridad más grandes en la historia del entretenimiento digital.















