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Mientras promociona su nueva novela A Better Paradise Volume One: An Aftermath, Dan Houser ha vuelto a reflexionar sobre el papel real de la inteligencia artificial en el desarrollo de videojuegos. El cofundador de Rockstar, ahora al frente de Absurd Ventures, está creando un nuevo título desde hace 18 meses y, aunque reconoce que la IA tiene usos interesantes, su visión está lejos del entusiasmo que domina parte de la industria. Sus comentarios han reavivado el debate sobre hasta qué punto la IA puede —o no— transformar el desarrollo moderno, un tema que ya analizamos en otros reportajes de la industria.

Dan Houser critica la IA: útil, sí, pero aún muy lejos de la solución mágica

En una reciente entrevista televisiva, Dan Houser critica la IA señalando que muchas de las herramientas actuales “no son tan útiles como las empresas quieren hacer creer”. Para el creativo, la narrativa de que la inteligencia artificial va a resolver todos los problemas del desarrollo es exagerada: “Hay campos en los que funciona bien y otros donde simplemente no sirve”. Un discurso que contrasta con la visión más optimista que difunden compañías como NVIDIA o Unity, cuyos avances pueden consultarse en recursos como NVIDIA Developer AI.

Dan Houser GTA 6

Houser defiende que la IA es una herramienta más, no una revolución inmediata. Advierte que buena parte del entusiasmo actual responde más a intereses comerciales y a la venta de tecnología que a resultados reales. “Algunos dicen que puede hacerlo todo, pero eso no es verdad todavía”, explicó. Y aunque no reniega de ella, insiste en que su potencial está siendo adornado de forma artificial.

Su nuevo videojuego avanza, pero la IA no será el centro del desarrollo

Houser confirma que su nuevo juego —el primero de Absurd Ventures— lleva 18 meses en producción y tardará “unos cuantos años más”. El equipo ha experimentado con IA para ciertos procesos, pero el creativo aclara que la historia y su diseño seguirán dependiendo del trabajo humano. Curiosamente, la propia narrativa del proyecto gira en torno a una inteligencia artificial que se descontrola, una idea que conecta con el argumento de su novela y que demuestra que el autor quiere explorar la tecnología… pero también cuestionarla.

Esta visión prudente encaja con la corriente que aboga por procesos creativos más sostenibles, similar a la que ya comentamos en el análisis sobre la reorganización del calendario global debido a grandes retrasos como el de GTA 6. Para Houser, la clave no está en sustituir talento humano, sino en reforzar las herramientas sin caer en promesas irreales.

Entre el hype y la desconfianza: el debate que divide a la industria

Houser apunta que parte del discurso sobre IA proviene de intereses financieros: “Algunas empresas quieren que todos creamos que esto es completamente transformador… pero gran parte de lo que hace ya lo hacen los ordenadores desde hace años”. El creativo remarca que la tecnología aún está lejos de ofrecer simulaciones perfectas o procesos narrativos complejos, algo que también recogen informes recientes como los de Gartner, que señalan que el 80% de los modelos de IA aún no son aplicables a producción sin supervisión intensiva.

Pese a sus reservas, Houser reconoce que hay avances “realmente impresionantes”. Sin embargo, insiste en que la industria debe ser honesta sobre lo que puede y no puede hacer la IA, especialmente en un momento de despidos masivos en estudios que han confiado en exceso en la automatización.

Red Dead Redemption 2 para Switch 2

¿Qué significa esto para el futuro de los videojuegos?

Las declaraciones de Houser llegan a un sector donde la IA está siendo integrada en áreas como testeo, animación o generación procedural. Pero su mensaje es claro: el futuro pasa por usar la IA como apoyo, no como sustituto. Es un enfoque que recuerda a las recomendaciones sobre diseño sostenible que ya analizamos en los cambios de estrategia en estudios como Naughty Dog.

Por ahora, sabemos que su próximo juego incorporará personajes controlados por IA dentro de la narrativa, pero que el desarrollo seguirá siendo un proceso profundamente artesanal. Para Houser, la inteligencia artificial es poderosa… pero todavía está lejos de ser la panacea que muchos quieren vender.

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