En un momento en el que el futuro del gaming parece dividirse entre la nube y los dispositivos móviles, Microsoft reafirma su apuesta por las consolas tradicionales. Y lo hace anunciando oficialmente que ya está en marcha una nueva generación de Xbox, con un enfoque centrado en la potencia, la retrocompatibilidad y una experiencia de usuario más unificada que nunca.
Sarah Bond anuncia una alianza clave con AMD
La presidenta de Xbox, Sarah Bond, ha confirmado que la próxima Xbox será posible gracias a una colaboración estratégica plurianual con AMD. Este acuerdo contempla el desarrollo conjunto de nuevos chips personalizados para impulsar una experiencia de juego de nueva generación. Esta colaboración es algo que ya anticipábamos hace unas horas en PlayNius.
“Estamos construyendo la próxima generación de dispositivos Xbox y su nube, incluyendo nuestras futuras consolas, junto a AMD”, explicaba Bond. El foco de este salto será una mejora radical en rendimiento gráfico, inmersión y aprovechamiento de inteligencia artificial.
Un ecosistema que te acompaña donde estés
Más allá del hardware, Microsoft busca consolidar una plataforma Xbox que funcione en cualquier dispositivo, ya sea consola, PC o móvil. Bond asegura que “la experiencia Xbox no estará atada”, sino que se expandirá de forma más versátil a través de la nube, el juego remoto y el software integrado. En este sentido, suponemos que la recién anunciada Xbox Rog Ally, jugará un papel fundamental.
Uno de los pilares más sólidos será la retrocompatibilidad: todos los juegos de Xbox One y Xbox Series X|S funcionarán sin coste adicional en la próxima consola. Una medida muy aplaudida por la comunidad, que asegura la continuidad del ecosistema y refuerza la idea de que “tu biblioteca te acompañará siempre”.
¿Lanzamiento en 2027?
Mientras los detalles sobre diseño, nombre o precio aún no se han revelado, filtradores como Kepler apuntan a que el lanzamiento podría producirse en 2027. También se especula con un precio cercano a los 1.000 dólares, lo que subraya la ambición técnica de Microsoft.
No obstante, no será una consola portátil. Esta nueva máquina formará parte de una estrategia de hardware tradicional, aunque mejor integrada que nunca con otros formatos como PC y móviles. Se mantiene así el ADN clásico de Xbox, pero con una visión más conectada de su ecosistema.
Por ahora, solo queda esperar a que Microsoft desvele la forma definitiva de su próxima consola. Lo que sí está claro es que el hardware dedicado sigue siendo una piedra angular del ecosistema Xbox.












