En un año donde incluso los gigantes están redefiniendo su posición —como hemos visto con el impacto comercial de PS5 según su récord de ventas o con la irrupción de propuestas emergentes como Steam Machine—, COD afronta su mayor examen: convencer a una comunidad que ya no concede segundas oportunidades tan fácilmente.
Un estreno lleno de dudas para la entrega más polémica de la saga
Los primeros datos no dejan lugar a interpretaciones optimistas. Según SteamDB, Black Ops 7 registró un máximo de apenas 84.000 jugadores simultáneos en su día de lanzamiento, lejos de los más de 300.000 que celebraron la llegada de Black Ops 6. Una caída del 70% que evidencia la falta de impacto inicial.
A esto se suma su recepción en Metacritic, donde acumula la calificación de “Overwhelming Dislike” y un 1.7/10 por parte de los usuarios. Un récord, pero uno nada positivo: es ya el Call of Duty peor valorado por los jugadores en toda la historia de la saga.

El multijugador aguanta… pero no puede tapar el ruido
A pesar del vendaval, Black Ops 7 sigue encabezando las listas de ventas. La base de jugadores fiel al multijugador continúa ahí, y en eso COD sigue siendo dominante. Pero esta vez no parece suficiente. La conversación pública es más negativa que nunca.
Incluso la forma de jugar está cambiando: opciones como el juego en la nube desde dispositivos como PS Portal —que explicamos en nuestra guía— demuestran que el público busca experiencias más flexibles. COD, en cambio, parece haberse quedado atrapado en decisiones que no encajan con 2025.
¿Es el principio del fin… o un tropiezo más?
La gran pregunta es inevitable: ¿ha tocado fondo Call of Duty? La saga ha sobrevivido a crisis antes, pero ninguna había sido tan visible y tan unánime en su rechazo. La caída en jugadores, la mala prensa y la polémica de IA dibujan un escenario que Activision no puede ignorar.
Mientras tanto, el sector avanza: la irrupción de hardware emergente como la próxima Steam Machine, o las previsiones sobre la evolución del hardware de Sony en la transición hacia PS6, muestran que la industria vive un momento decisivo. Y COD, por primera vez en años, parece no estar liderando esa conversación.
Queda por ver si Activision será capaz de tomar nota y reconducir el rumbo. Lo que está claro es que la comunidad ha hablado alto y claro: la fórmula necesita un cambio real, no un eslogan. Y esta vez, ignorarlo podría costar muy caro.














