Si tienes sensaciones de déjà vu no vas desencaminado: el concepto de “PC de salón con SteamOS” ya apareció hace una década. La diferencia es que ahora la propuesta es 100 % propia de Valve, sin terceros fabricantes, y llega en un contexto muy distinto: PS5 supera los 84 millones de consolas vendidas, Xbox atraviesa una caída de ventas preocupante y el PC se ha consolidado como refugio natural para quien quiere catálogo, ofertas y flexibilidad. En ese tablero entra Steam Machine, pero con una enorme incógnita: su precio.
El precio de Steam Machine, el gran misterio que lo condiciona todo
Valve ha enseñado diseño, especificaciones, mando y hasta su nueva apuesta de realidad virtual, pero ha decidido esconder la carta más sensible: el precio de Steam Machine. No es casualidad. Saber cuánto costará determinará si hablamos de un producto “para todos” o de un dispositivo aspiracional para entusiastas.
Algunos analistas han hecho ya sus cuentas: un PC con hardware equivalente al de Steam Machine rondaría los 800 dólares solo en componentes. A eso habría que sumar montaje, sistema operativo, margen comercial y el mando incluido. Traducido: es muy probable que el precio de Steam Machine se mueva en una franja de 900–1.000 euros, especialmente en el modelo de 2 TB. No es una locura para lo que ofrece, pero sí la primera barrera psicológica frente a una consola como PS5, cuyo precio oficial hoy sigue siendo menor.
El problema para Valve es evidente: si se acerca demasiado al coste de un PC completo, los jugadores más avanzados preferirán montarse uno propio. Si intenta competir frontalmente con el precio de las consolas, tendrá que sacrificar margen o recortar en alguna parte. Y el equilibrio entre potencia, formato compacto y coste nunca ha sido sencillo.
¿Puede competir de tú a tú con PS5 y Xbox?
Sobre el papel, Steam Machine llega con argumentos muy sólidos. Promete juego en 4K a 60 FPS gracias a su CPU y GPU personalizadas de AMD, integra SteamOS optimizado para salón y hereda todo lo aprendido con Steam Deck. A eso se suma algo que ni Sony ni Microsoft pueden igualar: acceso inmediato a miles de juegos, ofertas constantes, mods, comunidad y online sin suscripción adicional.
La cuestión es si ese valor percibido compensará un posible precio de Steam Machine muy superior al de una PS5 o una Xbox Series X. Hoy, Sony puede presumir de músculo con unas ventas de PS5 que no dejan de crecer, mientras que Microsoft intenta reorientar su estrategia tras la caída de ventas de Xbox apoyándose en Game Pass y el juego en la nube. Valve entra en medio de ese choque con una máquina que, básicamente, es un PC cerrado… que no es tan cerrado.
Porque, a diferencia de una consola tradicional, Steam Machine permite instalar otros sistemas operativos, ejecutar aplicaciones externas y aprovecharservicios de streaming o juego remoto, de forma parecida a lo que explicamos al hablar de jugar en la nube desde PS Portal. La gran diferencia es que aquí tu “servicio base” es Steam, con sus ofertas, su taller de mods y su ecosistema ya consolidado en PC.
Un tercer jugador que puede cambiar las reglas… si acierta con el precio
La entrada de Steam Machine no significa que vaya a “matar” a las consolas. PS5 seguirá apoyándose en sus exclusivos y en su enorme base instalada, y Xbox tiene un plan claro para convertir su ecosistema en algo transversal que abarque PC, nube y consolas. Pero sí supone algo importante: por primera vez en mucho tiempo, un actor con el tamaño y la influencia de Valve se sienta a la misma mesa que Sony y Microsoft en el salón.
Si el precio de Steam Machine se mantiene razonablemente cerca del de una consola de gama alta, muchos jugadores que estaban a punto de dar el salto a PS5 o Xbox podrían replanteárselo. Sobre todo quienes ya tienen una biblioteca de Steam o ven con buenos ojos la idea de tener un “PC disfrazado de consola” en el mueble del salón.
Si, por el contrario, Steam Machine se dispara por encima de los 1.000 euros, será un producto potente, interesante y muy comentado, pero difícilmente masivo. Una opción fantástica para entusiastas… y un suspiro de alivio para las divisiones de hardware de Sony y Microsoft.
De momento, todo gira alrededor de una incógnita: el precio de Steam Machine. Esa cifra será la que decida si estamos ante el nuevo gran protagonista del juego en el salón o ante otro experimento brillante que se queda a medio camino. Lo único seguro es que, esta vez, Valve va muy en serio. Y tanto PlayStation como Xbox ya han tomado nota.















