Sus declaraciones llegan en un momento clave: la compañía está rediseñando su estrategia, ampliando su presencia en PC y reforzando servicios como Game Pass y el juego en la nube. Pero para Bond, sin una consola fuerte, la identidad de Xbox queda incompleta.
“El hardware es esencial para todo lo que hacemos”
Bond fue tajante cuando le preguntaron por la relevancia de un nuevo hardware: “El hardware es absolutamente fundamental para todo lo que hacemos en Xbox”. Según la directiva, los jugadores más comprometidos siguen prefiriendo una experiencia física y dedicada, y por eso el equipo trabaja activamente en la nueva Xbox como un sistema que suba el listón técnico sin abandonar la filosofía multiplataforma.
La ejecutiva también confirmó, sin nombrarlo directamente, que la nueva máquina estará profundamente vinculada al PC, algo que encaja con la línea marcada por Microsoft en los últimos años: juegos más abiertos, ecosistema unificado e incluso compatibilidad cruzada entre dispositivos. La compañía ya lo anticipó con movimientos recientes, como su impulso en el juego en la nube —si quieres iniciarte, te dejamos nuestra guía para aprovechar mejor las funciones cloud en dispositivos como PS Portal.
De hecho, la idea de poder jugar “en cualquier pantalla” sigue siendo un pilar para Microsoft. Bond lo resume así: “La experiencia Xbox empieza en la consola, pero continúa en PC y en la nube. El jugador se lleva su biblioteca, su comunidad y su tienda donde quiera que vaya.” Un mensaje que encaja con el futuro híbrido que muchos analistas anticipan.
Una nueva Xbox pensada para durar… y competir
El concepto de la nueva Xbox ya había sido protagonista de varias filtraciones: una consola con arquitectura híbrida, capaz de comportarse como un PC cuando el usuario quiera. Pero hasta ahora no teníamos una confirmación tan explícita por parte de la cúpula de Xbox. Bond también dejó claro que el rendimiento será una prioridad, lo que refuerza los rumores de un salto técnico notable respecto a Series X.
Este enfoque coincide con el nuevo tablero competitivo. La llegada de Steam Machine como alternativa de salón y el retraso del lanzamiento de PS6 —puedes leer nuestro análisis completo sobre el panorama en este reportaje— obligan a Microsoft a construir una respuesta a medio plazo, sin prisas, pero con un claro mensaje: Xbox sigue comprometida con el hardware dedicado.
Por ahora, Bond no ofreció fechas ni detalles técnicos, aunque varios analistas apuntan a un anuncio oficial en algún momento de 2026 o 2027. Mientras tanto, Microsoft celebrará el 25º aniversario de Xbox el próximo año, una ocasión perfecta para empezar a mostrar su visión del futuro.
Lo que sí queda claro es que la nueva Xbox no será un simple upgrade: será una pieza central para competir en una industria cada vez más fragmentada entre consolas, PC y plataformas abiertas. Y la batalla por el salón todavía está muy lejos de terminar.















